(Vivencia de Manuel en viaje en avión). Relata Manuel:
“Voy a Buenos Aires en avión con más de cuarenta minutos de atraso por las tormentas en Buenos Aires. Yo vengo sentado a la izquierda del ala, mirando hacia abajo sacando fotos.
Antes de llegar a Aeroparque Jorge Newbery se había desatado una tormenta, fue impresionante. Parecía que el avión se venía abajo. Quiso bajar y fue peor. Hizo dos tentativas de bajar. Se fue al aeropuerto de Ezeiza. Cuando el avión baja un ala como si fuera a dar vuelta yo tengo las nubes ahí, al lado mío. Saqué una foto (1) y es impresionante la paloma que sale. Un ala está metida en la nube como rompiendo la tormenta. Es El Señor que viene sobre la nube; es la paloma de la paz, la luz del Espíritu Santo. Viene trayendo la paz, la luz al mundo...

- Apocalipsis 1, 7-8
- 1 Juan 2, 1-8
(1) Sacada en la tarde, hora 16:37.
Manuel Yanzón, 10 de diciembre de 2012
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Apocalipsis 1, 7-8
Saludo y doxología
1:7 ¡Miren! Él viene entre las nubes y todos lo verán, aun aquellos que lo habían traspasado. Por él se golpearán el pecho todas las razas de la tierra. Sí, así será. Amén. 1:8 Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso.
1:7 ¡Miren! Él viene entre las nubes y todos lo verán, aun aquellos que lo habían traspasado. Por él se golpearán el pecho todas las razas de la tierra. Sí, así será. Amén. 1:8 Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso.
1 Juan 2, 1-8
Cristo, Víctima de propiciación2:1 Hijos míos, les he escrito estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca,
tenemos un defensor ante el Padre: Jesucristo, el Justo.2:2 Él es la Víctima propiciatoria por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros,
sino también por los del mundo entero.
tenemos un defensor ante el Padre: Jesucristo, el Justo.2:2 Él es la Víctima propiciatoria por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros,
sino también por los del mundo entero.
El cumplimiento de los mandamientos
2:3 La señal de que lo conocemos, es que cumplimos sus mandamientos.2:4 El que dice: "Yo lo conozco", y no cumple sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él.2:5 Pero en aquel que cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado verdaderamente a su plenitud. Esta es la señal de que vivimos en él.2:6 El que dice que permanece en él, debe proceder como él.2:7 Queridos míos, no les doy un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, el que aprendieron desde el principio: este mandamiento antiguo es la palabra que ustedes oyeron.
2:3 La señal de que lo conocemos, es que cumplimos sus mandamientos.2:4 El que dice: "Yo lo conozco", y no cumple sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él.2:5 Pero en aquel que cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado verdaderamente a su plenitud. Esta es la señal de que vivimos en él.2:6 El que dice que permanece en él, debe proceder como él.2:7 Queridos míos, no les doy un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, el que aprendieron desde el principio: este mandamiento antiguo es la palabra que ustedes oyeron.
El mandamiento nuevo2:8 Sin embargo, el mandamiento que les doy es nuevo. Y esto es verdad tanto en él como en ustedes, porque se disipan las tinieblas y ya brilla la verdadera luz.