Espacio vitual, concebido para DAR Y LLEVAR las PALABRAS que HOY nos son dirigidas, al Pueblo de Dios y al mundo entero, mensajes dados por DIOS -PADRE, HIJO Y ESPIRITU SANTO- y por MARÍA, Nuestra Madre, bajo la advocación de MARÍA ROSA MISTICA, a Manuel Yanzón, en Mendoza, República Argentina.


9 feb 2014

12 de diciembre de 2013 - Día de Nuestra Señora de Guadalupe

(12:27 hs. de la mañana)
“Hijito una vez más Estoy aquí con todos vosotros. En tus manos están mi voz y mis palabras las cuales son de vuestro Señor Jesucristo Dios.

Hijitos míos soy vuestra Madre, como madre necesito que todos vosotros me acepten, abran vuestra mente y corazón.
Quiero ser recibida por toda la juventud del mundo. Hoy es el momento para el acercamiento, la conciliación con amor, fe y entrega a Cristo.
Salgan de tantas tinieblas, vuelvan al camino de luz, el cual es el camino hacia la Casa del Padre.
Busquen los santos Sacramentos. En ellos dejen entrar a Cristo dentro de cada uno.
Hay una gran pobreza de entrega, oración, sacrificio, de entrega espiritual.
Vuestra alma vivirá si se alimentan de Cristo. (Así) No habrá pobreza espiritual.
Tomen una a una cada palabra. Éstas germinen en vuestra mente y corazón; se hagan carne en vosotros.             
Que éstas lleguen a todos vuestros hermanos unidos en oración y entrega a Cristo.
¡Son tantos y tantos los hijos que cada día se alejan de la Casa de Dios!
¡Es necesaria mayor entrega al santo Rosario, más entrega! Así ésta disipe la gran tiniebla, así no habrán incrédulos y ya no exista tanto ateísmo.
Estas palabras sean luz, vida, paz. Éstas traen la verdadera fe, amor, entrega a la Casa de Dios.
Os doy de mis manos copiosísimas bendiciones. Amén”.
Leed:

  • Salmo 27, 11-14
  • Sirácides 3, 1-23
MARÍA ROSA MÍSTICA
* * * * * * * * * * * * *
Salmo 27, 11-14
Súplica en la persecución
27:11 Indícame, Señor, tu camino y guíame por un sendero llano, porque tengo muchos enemigos.
27:12 No me entregues a la furia de mis adversarios, porque se levantan contra mí testigos falsos,
hombres que respiran violencia.
27:13 Yo creo que contemplaré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes.
27:14 Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor.

Sirácides 3, 1-23
HONRA A TUS PADRES
3:1 ¡Hijos, óiganme, les habla su padre! Sigan mis consejos y se salvarán.
3:2 Porque el Señor quiso que los hijos respetaran a su padre, estableció la autoridad de la madre sobre sus hijos.
3:3 El que respeta a su padre obtiene el perdón de sus pecados;
3:4 el que honra a su madre se prepara un tesoro.
3:5 Sus propios hijos serán la alegría del que respeta a su padre; el día en que le implore, el Señor lo atenderá.
3:6 El que respeta a su padre tendrá larga vida; el que obedece al Señor será el consuelo de su madre.
3:7 Servirá a los que le dieron la vida como si sirviera al Señor.
3:8 Actúa así, honra a tu padre de palabra y de hecho, y su bendición se hará realidad para bien tuyo.
3:9 Pues la bendición de un padre afirma la casa de sus hijos, pero la maldición de una madre la destruye hasta los cimientos.
3:10 No te alegres de la deshonra de tu padre: su vergüenza nunca será motivo de gloria para ti.
3:11 El honor de un hombre depende de la reputación de su padre; cuando una madre mereció el desprecio, salieron deshonrados sus hijos.
3:12 Hijo mío, cuida de tu padre cuando llegue a viejo; mientras viva, no le causes tristeza.
3:13 Si se debilita su espíritu, aguántalo; no lo desprecies porque tú te sientes en la plenitud de tus fuerzas.
3:14 El bien que hayas hecho a tu padre no será olvidado; se te tomará en cuenta como una reparación de tus pecados.
3:15 En el momento de la adversidad será un punto a tu favor, y tus pecados se derretirán como hielo al sol.
3:16 Abandonar a su padre es como insultar al Señor; el Señor maldice al que ha sido la desgracia de su madre.
DULZURA Y HUMILDAD
3:17 Hijo mío, actúa con tacto en todo, y serás amado por los amigos de Dios.
3:18 Mientras más grande seas, más debes humillarte; así obtendrás la benevolencia del Señor.
3:20 Porque si hay alguien realmente poderoso, ese es el Señor, y los humildes son los que lo honran.
3:21 No aspires a algo superior a tus fuerzas, ni te lances a investigar lo que sobrepasa tus capacidades.
3:22 Profundiza lo que se te ha mandado, no tienen necesidad alguna de conocer los misterios ocultos.
3:23 No te canses resolviendo problemas inútiles, el saber que te ha sido entregado desborda lo que una persona puede comprender.